Con la llegada de los españoles y portugueses a este
continente se abrió el espacio hacia una política de dominación y colonialismo.
A través de la construcción ideológica de la modernidad justificaban la
apropiación de los territorios, la categorización de los mismos; y a través de
un concepto de superioridad, el racismo.
Los pueblos que habitaban la re – nombrada América
no categorizaban pues no era la forma en que ellos concebían el mundo. La
llegada de los conquistadores impuso un modelo (el renacentista) donde pasaron
a ser seres humanos de segunda clase.
Muchos años antes de que comenzara la gesta
emancipadora de América, Felipe Guamán Poma de Ayala planteó con su Nueva Corónica y Buen Gobierno un
desprendimiento tanto en el orden político como en el epistémico de la realidad
de Tawantinsuyu donde argumentó la
necesidad de reescribir una nueva crónica de su civilización antes de la
llegada de los españoles, completando las escritas por los mismos.
La crónica que fue escrita por un representante de
aquellos que supuestamente no tenían escritura y por lo tanto carecían de
historia, contradecía la escrita por los misioneros y además fue escrita en el
mismo lenguaje del conquistador.
Guamán Poma, realiza una brillante inversión en las
creencias de los Incas y de la Iglesia y asumiendo la cristiandad de los mismos
y por lo tanto la imposibilidad de su conversión, utilizando las estrategias
imperiales pero con los objetivos de descolonización. Sostenía que los incas
eran descendientes directos de Noé, que llegaron a Tawantinsuyu después del diluvio y que por lo tanto eran viejos
cristianos. O sea, que la “nueva crónica” es algo más que una simple corrección
de los relatos españoles “sino que – como señala Mignolo – es sobre todo una
introducción a una nueva forma de contar la historia.” (Mignolo, 2010: 40).
Planea una división de etapas de la humanidad de la
siguiente manera: desde el origen de la humanidad planteado por el cristianismo
en manos de los europeos, una primera etapa era la de Adán y Eva que llegaría
hasta el diluvio; la segunda etapa comenzaría con Noé y culminaría con Abraham,
primer patriarca post diluviano; la tercera, llegaba hasta el rey israelita
David en el siglo X antes de Cristo
aproximadamente donde comenzaba el cuarto período hasta el nacimiento de Cristo
donde comenzó la quinta y última etapa.
A su vez, en Tawantinsuyu
coincidente con la tercera de esas etapas surge la primera del pueblo Inca,
el de los Wari Wiracocha Runa u hombres creados por el fundador; la segunda,
Wari Runa u hombres fundadores; la tercera, Purun Runa u hombres de la montaña;
el cuarto período fue el de los Auca Runa quienes por disputas dejaron a los
Purun Runa y se fueron a poblar los cerros; la cuarta etapa sería la del Inca
Runa; Guamán Poma agregaría una nueva etapa, la sexta que era la de la llegada
de los españoles, donde los Incas, se reencontraban con el cristianismo del
cual se habían alejado. Estos períodos no fueron tomados por separados sino que
los sumó a los del relato bíblico, o sea que Wiracocha Runa coincidía con el
tercer período (el de Abraham) y así se sucedían hasta la llegada de los
españoles que a su vez era el octavo período de la humanidad pues se cerraba el
círculo de la historia.
Al inicio del capítulo de la Pregunta, una
representación de Guamán Poma de Ayala lo muestra a él mismo de rodillas pero
no postrado frente a Fernando III. Con la crónica en la mano le responde sobre la
situación que viven los habitantes del Tawantinsuyu.
El hecho de no postrarse muestra una situación de paridad frente al rey de
España.
El
mestizaje:
La primera preocupación que Guamán Poma plantea (y
será un tema recurrente en el texto) será la del mestizaje, ante la pregunta
del monarca, el autor relata los abusos cometidos por los conquistadores:
Lo primero, que no multiplica porque
todo lo mejor de las mugeres y donzellas lo toman los padres dotrinantes,
comenderos, corregidores y españoles, mayordomos, tinientes, oficiales criados
de ellos. Y ancí ay tantos mesticillos y mesticillas en este rreyno. Con color
de decille manzebado le toma y quita las mugeres y a sus haziendas de los
pobres. De todo lo dicho, de tanto agrauio y daño, se ahorcan ellos propios
como los yndios Changas en Andaguayllas. Está un serrillo lleno de yndios,
yndias. Quiere murir una ues que no uerse en tanto daño.
(Guamán Poma de Ayala: 1056).
El mestizaje representó a los efectos de
la dominación, la subordinación y cosificación de aquello supuestamente
inferior por dos aspectos fundamentales, uno el ser indios y el otro el ser
mujer, “esa subordinación de género fue funcional a otros propósitos relacionados
con la empresa colonizadora.” (Catelli, 2011: 222). El papel que jugaba la
encomienda en los hombres lo hacía la violencia sexual contra la mujer, de esta
manera se controlaba no solo el papel productivo sino también el de dominación
reproductiva dejando de manifiesto la relación de subordinación tanto en el
orden sexual como de género ya que no solo eran utilizadas para procrear, sino
también para los quehaceres domésticos. Esta alteración del sistema de
parentesco contribuyó (como señala el mismo Guamán Poma) a la aniquilación de
la sociedad incaica.
De esta manera, la mujer en su condición de
reproductora, generaba nuevos brazos para trabajar, o sea, más que hijos, lo
que reproducían era fuerza de trabajo; por lo que el proceso de producción –
reproducción iban de la mano.
Catelli sostiene que
“Uno de los efectos de esas nuevas
relaciones, […] fue la inserción efectiva y forzada […] en el sistema de parentesco
español mediante la eventual imposición del modelo familiar católico,
patrifocal.” (236) De esta manera, la mujer se encontró frente a un nuevo rol
al que debió ajustarse ya que con la llegada de los españoles, las cosas ya no
volverían a ser lo que eran.
Guamán Poma brindó en
este escrito la solución para el problema de la devastación de su gente:
Biuan los padres y curas y comenderos,
corregidores y otros españoles y caciques principales, biuan como cristianos y
como lo manda vuestra Magestad, cin pasar a más, y dexen gozar sus mugeres y
haziendas y los dexe sus donzellas. Y no ayga tantos rreys y justicias sobre
ellos y dexen multiplicar. Y sean castigados grauemente y quitados de los
oficios y beneficios. (1056).
La
explotación:
Otro
de los aspectos que fueron claves en la época fue el de la explotación. La idea
de modernidad llegada con el colonialismo sirvió de sostén ideológico al
proceso de acumulación originaria que en América funcionó a partir de la
explotación de la mano de obra gratuita de los nativos a través de la
encomienda. Describió Guamán Poma con respecto a la explotación y el mal trato:
Lo primero, rreciben gran daño de los
mineros y de las justicias que entran allí; los quelga de los pies y le azota
colgando la güergüenza fuera y le haze trauajar de día y de noche y no se le
paga. Quando se le paga, la mitad y la mitad le hurta y lo mete a los llanos y
ancí muere.
[…] es que desencubriendo minas de oro
o de plata o de azogue, plomo, estaño, cobre, colores, es que desencubriendo,
luego se mete españoles y lo quita y maltrata a los yndios. (1059)
Esta explotación de la
que fueron objeto los nativos de América fue la causa principal de muerte de
los mismos. Un auténtico genocidio, que solo culminó con el fin de la
encomienda a mediados del siglo XVI. Terminado este proceso, no acabó la
explotación de la mano de obra indígena, sino que por el contrario, fueron
sometidos a la servidumbre no pagada; servidumbre que no podía ser comparada a
la europea de la Edad Media ya que no gozaban ni de la protección del señor
feudal, ni de la tenencia de una porción de tierra.
Antes y bastante tiempo
después de la independencia una parte importante de las comunidades aborígenes
se vieron forzadas a “reproducir su fuerza de trabajo por su propia cuenta”
(Quijano, 2000: 207). Esta división del trabajo, por género por una parte y por
raza por el otro, fue el criterio utilizado y que aún utiliza la lógica de la
colonialidad. La división del mundo con el centro en Europa, el capitalismo
impuso su dominio colonial sobre el resto de las regiones del mundo; las
colonias no solo fueron establecidas en América, sino también en Asia, África y
Oceanía.
El
racismo:
Así como el mestizaje
fue una forma de sometimiento de género, el racismo resultó la forma de
sometimiento total dentro de la lógica de la colonialidad, imposible
considerarla fuera del objetivo de la explotación que generaba el proceso de la
acumulación de originaria.
Las relaciones de dominación se establecieron
a partir de la clasificación básica a través del fenotipo. El no europeo era
inferior, podría hasta no considerárselo humano, por consiguiente, se podía
abusar de sus mujeres como así también quitarle sus tierras y explotarlos hasta
provocarles la muerte. Poco le interesaba al conquistador la preocupación que
Guamán Poma de Ayala planteara en su escrito.
Las formas de
explotación a las que fueron expuestos los nativos de América tienen su base
“lógica” a partir de la supuesta superioridad de los europeos, esta forma de
control no solo resultaba aniquiladora de los originarios ni de su cultura y su
tecnología, sino que fundamentalmente convenía las formas de explotación; el
inferior (en este caso el indio) no recibía paga por su trabajo. Alejados del
“centro del mundo” fueron re – identificados, tanto en sus formas de
organización como geográfica y culturalmente.
Atrás habían quedado
las formas de producción comunal, que pasaron a servir a los conquistadores;
pues fueron reprimidos tanto su formas de producción como sus conocimientos
para pasar a trabajar en las minas y aprender la cultura de los colonizadores.
Uno de los aspectos del
etnocentrismo colonial fue el de modificar la cosmovisión del colonizado, como
inferior, el mismo debió someterse a las costumbres y creencias de los europeos
y soportar sus abusos. En Nueva Crónica y
buen Gobierno Guamán Poma de Ayala lo pone de manifiesto al informar del
abuso de los clérigos (es uno de los ejemplos) en cuanto al cobro de tributos.
Pero no solo se queda con la denuncia, sino que va un paso más allá y propone que
los mismos vivan de las limosnas y de la oración y si esta medida – aclara
Guamán – no les gustara “comunique vuestra Magestad con su Santidad el papa,
para que entren en al estudio y horden de saserdotal y propietario y pulicía,
cristiandad en los yndios.”(1058).
De esta manera, plantea
una solución que es una fractura en la lógica de la colonialidad; no solo hacía
propio de los incas el cristianismo, sino que se ponía al mismo nivel de los
colonizadores al señalar que ellos mismos podían hacerse cargo de la fe.
El desprendimiento que
Guamán Poma de Ayala plantea como alternativa epistémica a la colonialidad
enfrenta a la supuesta superioridad del conocimiento teológico – cristiano
europeo. Tanto la autonomía política y religiosa por parte de los incas, genera
una inversión que bien podría incluirse en una propuesta de liberación y de
semiosis colonial, revalorizando el conocimiento del indígena genera
cuatrocientos años después replanteos necesarios de la episteme, como por
ejemplo, la discriminación de la inmigración en los Estados Unidos, la negación
de los conocimientos de la naturaleza por parte de los indígenas donde la retórica
de la modernidad no solo sirva a la explotación sino que anule el conocimiento
del “Otro”.
CONCLUSIÓN
Los escritos de Guamán Poma de Ayala
permanecieron en el silencio durante estos cuatrocientos años, caro debió pagar
el precio de su atrevimiento de plantear un desprendimiento tanto en el orden
epistémico como político con respecto a la corona. El buen gobierno propuesto,
no se basaba en las raíces europeas sino en la tradición histórica de la
organización andina.
A diferencia del Inca Garcilazo, su
ascendencia es totalmente indígena, a su vez este último mantuvo posiciones que
se encontraban más cerca de un argumento emancipatorio que de desprendimiento,
lo que le permitió salir a la luz rápidamente por beneplácito de la corona.
Durante el siglo XVI, tras la llegada de
los colonizadores se produce una “una gran renovación de las narraciones sobre
el pasado, pues debe incorporar la historia precolombina al devenir europeo”
(Tieffemberg, 2011: 84) y Poma de Ayala lo logra a través de su abordaje de la
historia judeo cristiana con la historia andina.
A partir de todo esto surge la siguiente
pregunta ¿Qué se puede recuperar del escrito de Guamán Poma de Ayala para
nuestros días?
En primer lugar el reconocimiento de la
historia. Durante la última dictadura militar se sembró un manto de silencio y
de no reconocimiento de nuestro pasado, la historia oficial mostraba a los
próceres como héroes mitológicos e inalcanzables y a una sociedad
auténticamente libre y a salvo de la amenaza marxista. Recorrer estos momentos
de la historia reciente y analizarla desde una óptica que proponga una
alternativa liberadora tanto en el plano político como el epistémico es
fundamental para la realidad latinoamericana.
En segundo lugar junto a una nueva
visión de la historia, generar un desprendimiento en el resto de las áreas; una
filosofía de la liberación que fracture la lógica colonial que en nuestros días
está presente en el FMI y en otras instituciones que subyugan a las naciones
dependientes de la lógica colonial contemporánea.
O sea, que más allá de la emancipación,
la gesta liberadora será lograda con un ojo en el pasado y con el otro en el
futuro, entonces, podremos sentir que otro gallo sea el que cante.
BIBLIOGRAFÍA
Catelli, Laura. “Y de esta manera
quedaron to.dos los hombres sin mujeres”: el mestizaje como estrategia de
colonización en la española (1501 – 1503). En Revista de Crítica Literaria Latinoamericana. Año XXXVII, N° 74,
Lima – Boston, 2°semestre de 2011, pp 217 – 238.
Guamán Poma de Ayala, Felipe. 1987. Nueva Crónica y Buen Gobierno. Murra
John; Adorno, Rolena y Urioste Jorge (eds.). Madrid, Historia 16.
Mignolo, Walter. Desobediencia epistémica: retórica de la modernidad, lógica de la
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colección Razón Política. 2010, Buenos Aires, Argentina.
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colonial y la opción descolonial. Gedisa editorial, Traducción de Silvia
Jawerbaum y Julieta Barba, Biblioteca Iberoamericana de Pensamiento.
Moya Espinosa, Reinaldo. “Breve historia
de Piura. Tiempos prehispánicos”. Tomo I capítulo IX en prehistoriapiura.tripod.com
Quijano, Aníbal. “Colonialidad del
poder, eurocentrismo y América Latina”, en La
colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas
latinoamericanas.2000. Buenos Aires. Clacso
Tieffemberg Silvia. Literatura Latinoamericana Colonial. Hacia las totalidades
contradictorias. Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras.
Universidad de Buenos Aires. 2011. Buenos Aires. Argentina.
Vitale, Luis. Introducción a una Teoría de la Historia para América Latina. Planeta.
1992. Buenos Aires.